El Sant Antoni quiere sacarse la espina en Madrid: toca apretar los dientes y subir el nivel

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Después del tropiezo en Huesca, el Class Bàsquet Sant Antoni viaja este sábado a Madrid con el mono de trabajo puesto y la necesidad de reencontrarse con su mejor versión. Enfrente, el Spanish Basketball Academy, un equipo joven en la categoría pero con talento de sobra para complicarle la vida a cualquiera. El balón al aire está previsto para las 18:05h, y los ibicencos no quieren más sustos.

El arranque de temporada está siendo de todo menos cómodo para los de Josep Maria Berrocal. Con Sa Pedrera en obras, el equipo encadena salidas y kilómetros, lo que complica asentarse en ritmo competitivo. Aun así, el grupo ya ha demostrado que tiene mimbres para aspirar a algo más que simplemente sumar victorias: quiere ser candidato serio a subir peldaños hacia la Primera FEB. Pero para eso, hay que empezar a mostrarlo en la pista.

El partido de Huesca dejó heridas, sobre todo por la forma en que se escapó. Desconexiones, errores de concentración y un parcial en contra que fue una losa. Pero si algo tiene este equipo es carácter. Y lo va a necesitar, porque el Spanish Basketball Academy no es ningún regalo. Los madrileños llegan con un balance idéntico al de los pitiusos (1-1) y con un juego descarado que no perdona si le das alas.

El reencuentro con Edu Arqués será uno de los alicientes del choque. El ala-pívot catalán dejó huella la pasada campaña en la isla, y ahora es uno de los pilares del conjunto dirigido por Andrés Miso, que mezcla juventud, físico y hambre. Ya avisaron en la jornada inaugural ganando con autoridad al mismo Huesca que derrotó al Sant Antoni. Cuidado con ellos.

Pero los de Sant Antoni tienen también argumentos. Con Greg Gantt ya disponible tras su viaje a Estados Unidos —donde fue homenajeado como nuevo miembro del Hall of Fame de la FAU—, el equipo gana puntos, experiencia y liderazgo. Su regreso puede ser clave para marcar el tempo del partido y meter canastas cuando el balón quema.

El reto es claro: mantener la concentración durante los 40 minutos. Porque en esta liga, cualquier despiste se paga caro. Y más cuando juegas fuera de casa, en pistas donde la presión se multiplica. El cuerpo técnico insiste en que el equipo debe crecer desde la defensa, desde el esfuerzo colectivo, y luego dejar que el talento haga el resto. Porque de eso hay, y mucho.

La clasificación aún está verde, pero sumar fuera puede marcar la diferencia cuando se acerque la primavera y se repartan los billetes importantes. De momento, el Sant Antoni es séptimo, igualado con varios equipos, y un triunfo en Madrid serviría para escalar y, sobre todo, para recuperar sensaciones antes del gran reto copero: el cruce ante Grupo Alega Cantabria, equipo de categoría superior, este martes en Es Viver.

Así que toca ponerse serios. Sacar pecho. Y demostrar que este grupo quiere más que competir. Quiere ganar. Quiere ilusionar. Y, sobre todo, quiere dejar claro que lo de Huesca fue solo un bache en el camino. Madrid espera. Y el Sant Antoni llega con ganas de rugir.

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