Tras enfrentarse a una derrota ante el Atlético de Madrid B, Guillermo Fernández Romo, técnico de la UD Ibiza, manifestó su descontento con el resultado del encuentro. A pesar de la derrota por 0-1, el entrenador destacó la actitud positiva del equipo, subrayando que la mayor preocupación ahora es evitar que el desánimo se apodere tanto del vestuario como del entorno del club.
Fernández Romo, consciente de la importancia de los próximos encuentros, enfatizó que aún se avecinan las etapas más cruciales de la temporada. Según él, el equipo no debe permitir que la tristeza por la derrota impida su desempeño en futuros partidos. En sus palabras, es esencial soportar la frustración y mantener la calma para aprovechar las oportunidades de ataque, algo que no lograron en el reciente partido contra el filial del Atlético de Madrid.
Durante el encuentro, el equipo de Ibiza comenzó con intensidad, pero tras el gol del filial rojiblanco, no lograron mantener el nivel de juego. El entrenador admitió que el gol recibido tuvo un impacto mayor al anticipado y destacó la necesidad de insistir y aproximarse al rendimiento mostrado en la primera parte del partido.
A pesar de no conseguir la victoria, Fernández Romo reafirmó su confianza en la actitud y las intenciones del equipo. Además, se refirió a la situación de Patrick Soko, quien estuvo en el banquillo por segunda vez consecutiva, explicando que buscaba dar continuidad al equipo que previamente había obtenido una victoria en el derbi balear frente al Atlético Baleares. El técnico expresó su deseo de mejorar el rendimiento de los jugadores en el campo y lamentó la falta de precisión en los momentos clave.
