En una convocatoria extraordinaria y de carácter urgente, la ejecutiva de Gent per Formentera (GxF) se congregó este lunes para abordar los sucesos calificados como “hechos reprobables” ocurridos el domingo en el campo de fútbol de Sant Antoni, involucrando directamente a Adan Ferrer, conseller de la formación política. Los acontecimientos han generado un remolino de críticas y preocupaciones tanto dentro como fuera de la comunidad deportiva y política.
Según declaraciones de la propia formación, la raíz del incidente se encuentra en una agresión presenciada por Ferrer hacia su padre, quien desempeñaba funciones de delegado para en el Formentera B durante un encuentro contra el Luchador, perteneciente a la liga Regional Preferente de Ibiza y Formentera. Ferrer, actuando bajo un impulso de defensa hacia su progenitor, se involucró en un altercado que él mismo ha reconocido como “totalmente inapropiado”.
“Adan es muy consciente de su error y ha pedido disculpas”, subrayaron desde GxF, intentando matizar la gravedad del episodio al mismo tiempo que enfatizan el reconocimiento de culpa por parte de Ferrer. La formación política ha querido poner de relieve la discrepancia entre las acciones de Ferrer y su carácter habitual, descrito por sus compañeros como ajeno a la violencia.
“Conocemos a nuestro compañero y sus acciones del domingo no lo definen. Aceptamos sus disculpas y le exigimos que esta experiencia sea una lección para trabajar en la erradicación de la violencia en todos los ámbitos”, se añade en el comunicado oficial, marcando una postura de condena ante cualquier forma de violencia y un compromiso hacia la mejora personal y comunitaria.
La SD Formentera, por su parte, no ha tardado en reaccionar ante el incidente, emitiendo un comunicado en el que expresa su rechazo “enérgicamente” a la violencia, ya sea verbal o física, enfatizando que este tipo de conductas son totalmente ajenas a los valores deportivos. El club recuerda que los altercados comenzaron tras una serie de recriminaciones hacia el delegado del Formentera B, padre de Adan Ferrer, por parte de individuos que malinterpretaron la asistencia médica proporcionada a un jugador como una táctica para desperdiciar tiempo. La reacción de Ferrer, saltando al campo y perdiendo los estribos, ha llevado al club a iniciar un expediente para determinar las sanciones correspondientes, dada su posición dentro del cuerpo técnico del equipo.
Este suceso no solo ha desatado una oleada de críticas, sino que también ha servido de catalizador para un debate más amplio sobre la presencia de la violencia en el deporte y su impacto en la comunidad. Tanto GxF como la SD Formentera se han posicionado firmemente en contra de cualquier manifestación de violencia, abogando por un entorno deportivo donde prevalezcan el respeto y la integridad. La resolución de este incidente, así como las medidas que se adopten a futuro, serán decisivas para reafirmar estos valores en el ámbito deportivo y político de Ibiza y Formentera.